Albricias. Por fin nuestro reino (el de aquí) va a tener (previsiblemente) un banco público.
Claro que se trata de la Sareb (el banco malo). Pero no vamos a pagar nada por el. Parece que a partir de junio ya lo podemos tener. Sin más.
Claro que, gratis, lo que se dice gratis, tampoco nos sale. El banco, bien se sabe, sirvió de refugio a todos aquellos “activos inmobiliarios” que no valían ni de coña lo que decían que valía (en este caso no es malo como los otros bancos, sinó porque “non ten as calidades que debería ter, que non é de boa calidade” como di a RAGA na súa priemira acepción). Ahora bien, a finales de marzo, “la oficina estadística Eurostat decidió incorporar la Sareb dentro del perímetro de las cuentas del Estado, lo que obligó a sumar 35.000 millones de deuda pública en 2020 y más de 10.000 millones de déficit” (El IMV tiene un presupuesto total anual de 3.000 millones).
O sea, volvemos a rescatar a los de siempre. Pobrecitos, cuanto y cuan seguido lo necesitan. Nosotros, los demás, los currantes, seguiremos esperando, pero en fin, hay prioridades.
La ventaja es que para poder hacerlo el gobierno va a tener que cambiar una lei. Una que le prohibía que “en ningún caso la participación pública en el conjunto de las participaciones directas o indirectas (en las sociedades de gestión de activos) podía ser igual o superior al 50%.” (ver enlace anterior). A partir de ahora si podremos (o volverán a cambiarlo nada más hacer esta operación?)
Se abre, también el melón. Que hacer con eses “activos” (En 2012, cuando se constituyó, recibió casi 200.000 activos procedentes de nueve cajas de ahorros, de los cuales el 80% eran préstamos a promotores y el 20% inmuebles)?
Comentario de: Banco malo
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